Mostrando las entradas con la etiqueta HISTORIA. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta HISTORIA. Mostrar todas las entradas

viernes, 8 de marzo de 2024

Dueños de nada

DUEÑOS DE NADA

-Somos dueños de nada. Me dijo aquel anciano, mientras recibía de mi mano unas cuantas monedas que le di después que me pidiera algo de ayuda.

De inmediato, supe que había sembrado una duda en mi cabeza y mientras continuaba mi camino, iba pensando en aquellas palabras. Me preguntaba si realmente somos dueños de algo. En lo personal, no tengo muchas cosas materiales, porque soy de las personas que no le tiene miedo a levantar vuelo con destino a rumbos desconocidos y empezar de nuevo. Es por eso que aprendí que lo material va y viene y no es realmente importante.

Pero las personas también son pasajeras. Acostumbramos a decir: mi pareja, mi amigo o mis padres, pero incluso hasta el menos sensato sabe que no es así y que en cualquier momento también a esas personas las podemos perder. Quizá la perdida de esas personas nos llegue a doler tanto, que hasta llegamos a sentir como si arrancaran una parte de nosotros. Como si nos quitaran algo que nos pertenece. Pero no es así y deberíamos aprender, que las personas solo pertenecen a sí mismas. Aprenderíamos a soltar más fácil y a darnos el lugar que nos merecemos.

También he escuchado a personas decir, que somos dueños de lo que sentimos. Pero seguramente todos alguna vez hemos dejado de sentir algo. dejamos de sentir amor, felicidad, tristeza o incluso dolor, sea físico o emocional; Y aunque los sentimientos o emociones, como realmente se deberían llamar, es lo que deberíamos controlar como si fuesen nuestros, hay momentos que han sido los sentimientos quienes nos han controlado. En algunas ocasiones podemos llegar a perder tanto el control de nuestros sentimientos, que pareciera que son ellos nuestros dueños.

Ahora, piensa en eso que nadie puede comprar pero que todos tenemos y podemos disfrutar a nuestra manera. Si, eso mismo, ese pequeño periodo de tiempo que nos regaló Dios, el universo, la naturaleza o quien sea en lo que ustedes creen y que todos le llamamos vida. Para muchos un regalo, para otro un castigo, pero cada quien la vive a su manera y es “dueño de ella”, aunque no pueda decidir por cuanto tiempo podrá disponer de su vida, pues no decidimos cuando empieza y mucho menos cuando terminará. Puede que estemos sujetos a un destino que, así como ya nos marcaron el día en que empezamos a vivir, también esté marcado el día que llegará a su fin. Eso no lo pienso discutir, pero si puedo decir y bajo mi propia experiencia, que somos los responsables de todo lo que suceda mientras permanezcamos con vida. Cada decisión, cada acto, cada cosa que hagamos o dejemos de hacer, nos irá trazando el camino por el que vamos a transitar y de nosotros mismos depende hasta donde queremos llegar. Ahora bien, hay momentos en nuestra vida en que las decisiones de los demás nos hicieron cambiar el rumbo, quizá cortaron sueños o incluso apagaron vidas. Lastimosamente eso sucede muy a menudo, pero si seguimos en pie, es porque aún podemos seguir avanzando hacía donde queremos.

Tal vez seamos dueños de algo: ¿han escuchado decir que el conocimiento es poder? Pues quizá es lo único que podemos adquirir, mantener e incluso llevarnos ese conocimiento a la tumba y nadie nos lo podrá quitar. Pero no serviría de nada si no lo compartimos, si no estamos dispuestos a utilizar ese conocimiento para ayudar a los demás, seríamos dueños de nada. Porque eso será lo que quede cuando nuestra vida se acabe.

Y a pesar de que no somos dueños de nada. Somos responsables de todo. De nuestros actos, de nuestras palabras y decisiones. No podemos ir por la vida culpando a los demás de lo bueno o lo malo que nos pasa. Como ya lo había dicho antes; si lo pensamos bien, cada situación es causa de una acción o decisión del pasado. La traición es la consecuencia de nuestra confianza ciega puesta en alguien que sabemos que puede fallar. Todo aquel que tenga la capacidad de ser consciente, puede en algún momento tomar una decisión que falle a su compromiso y en ese momento se pueden romper muchas cosas. Empezando por la confianza, hasta un corazón o incluso un espíritu.

Muchos dicen que errar es de humanos. Pero yo pienso que es solo una excusa para no aceptar la responsabilidad de sus actos. Los errores se los podemos dejar a las maquinas, que se supone están programadas para hacer un trabajo en específico. Pero cuando los humanos se equivocan, solamente es una falla. Fallaron sus planes, no salieron como lo habían previsto o simplemente no lo planearon bien. 

Al final concluí que, tal vez no seamos dueños de nada, pero podemos disfrutar lo poco que tenemos y sacarle el máximo provecho. Para que estar tristes, amargados o enojados, si sabemos que eso solo nos está robando tiempo. Tiempo que podemos aprovechar para compartir con un amigo, con la pareja, con nuestros padres, familia o con nosotros mismos. Deberíamos recordar que en cualquier momento los podemos perder o ellos nos perderán. Deberíamos aprender a ser felices. Que no debemos confundir los pequeños momentos de alegría, con la verdadera felicidad. Conocernos mejor, aprender a identificar lo que estamos haciendo mal y tratar de mejorar cada día. Que la única persona que nos puede hacer daño y lastimar nuestros sentimientos, somos nosotros mismos. Muchas veces hay que tomar decisiones difíciles y que nos dejan heridas que duelen tanto, que parece que nunca van a sanar, pero sabemos que es la mejor solución para poder tener paz y no seguir fracturando nuestra felicidad. Que la vida no es un regalo, pero si aprendemos a apreciarla, le encontraremos el sentido y así poder vivir en armonía con ella, hasta el día en que tengamos que entregarla de vuelta.

Pero, sobre todo, que nos falta mucho por aprender, por disfrutar, por sufrir y por vivir. Espero que me alcance la vida para lograr lo que me propuse. Se que he tenido que aplazar muchas cosas, cambiar los planes, desviar mi camino y perder personas que nunca tuve, pero trato de vivir el día a día y no dejar pendientes, por si mañana no estoy en este mundo.

 

Piensa bien lo que harás con este momento, pues es lo único que tienes, de ti depende que mañana cuando lo recuerdes, sonrías o lo lamentes.

 

By: Yackley 

martes, 6 de septiembre de 2022

ENCONTRARSE

 


No es miedo de perderte, porque si algo tengo claro, es que solo te habré perdido el día que de mi memoria se borren los recuerdos de lo que pasamos juntos. Y eso para mí es prácticamente imposible, porque siempre recordaré lo bien que me hacías sentir con tu forma de ser, con tus atenciones, las locuras a las que me seguías y a las que yo te seguía, solo para verte feliz o, para verme feliz. Pero lo mejor de todo, es que siempre fue sano, fue bonito y sin exagerar, fue el tiempo que pasé contigo, uno de los mejores momentos de mi vida.

Soy de pocos amigos, de confiar poco y bueno… también de pocas palabras y me disculpo por eso, aunque creas que siempre supe y tuve algo para decirte, créeme que siempre quise decir más, solo que tenía miedo de decir algo que no quisieras escuchar o que pudiese lastimar tu bondad, aunque esa misma bondad y la persona que sé que eres, me da la seguridad de que me perdonarás, si es que en algún momento hice algo que causara daño. Por supuesto, yo siempre intenté e incluso intentaré no hacerlo.

Hoy te vas, es una despedida y no sabré si tendrá reencuentro. Me he despedido de personas que quiero, varias veces en la vida. Y en cada una de esas despedidas me sentí triste o pude sentir alegría. Pero jamás había tenido sentimientos encontrados. Porque aunque sé que vas persiguiendo un sueño que para ti es muy grande y que si logras conseguirlo, tu vida dará un giro total y será quizá como siempre la soñaste. Eres la persona más valiente que conozco, porque a pesar de todo lo que has pasado, sigues adelante y persigues tus sueños sin descanso, te preocupas por los que quieres y amas, lo haces sin condiciones y a pesar de que te hayan fallado o decepcionado, tú sigues creyendo y lo sigues intentando. Incluso vi como alguna vez te rendiste, y como fuiste capaz de levantarte de nuevo y seguir. Ahora estás dando uno de los pasos más importantes de tu vida y aunque cada paso te aleje más de donde estoy, te acompañaré en cada uno de ellos con mis buenos deseos, mis oraciones y estaré feliz de cada logro que alcances.

Como dije antes, soy de pocas palabras, pero soy de muchas letras cuando tengo frente a mí un teclado o un papel y lápiz. Creo que lo habías notado. Por eso quise escribirte un poco ahora que ya diste inicio a tu camino, rumbo a uno de tus más grandes sueños. Quiero que te vayas sabiendo que en mi memoria siempre estarán lo recuerdos de todos aquellos momentos en que reíamos y cantábamos como locos, sin importar lo que la gente pudiera pensar. Que a pesar de tener que escondernos para poder hacer muchas de las cosas que queríamos, en realidad nunca nos escondimos, solo tuvimos cuidado. Que si en algún momento piensas en rendirte, no está mal, solo recuerda cuantas veces lo hiciste o estuviste a punto de hacerlo, pero aquí sigues, avanzando aun. Creo en ti, confío en ti y te quiero. Lograste impactar una parte importante de mi vida y siempre me gustó como eras conmigo, aunque me gustaba más quién era yo, cuando estaba contigo y aunque en algún momento haya hecho algo que te hizo sentir mal. No trataré de remediarlo, solo pediré que trates de entenderme y perdonarme.

Te seguiría escribiendo. Pero espero verte de nuevo algún día, entonces te diré aquello que hoy no soy capaz de decirte o escribirte. Solo te desearé mucha suerte y que Dios te bendiga y te cuide en cada uno de tus pasos, durante el camino y después de llegar a tu destino.

Recuerda, no es miedo de perderte porque te vas, aunque sé que es alto el riesgo que corres. Es miedo de que si te quedas, te pierdas. Y aunque sé que te encontraría, debes saber, que lo importante siempre será encontrarse uno mismo.

By: YACKLEY

¿Someterse o morir?



¿Será que estamos en un país, en donde el costo de defender la vida y nuestros derechos es la muerte?

Eso parece, porque ya pasó un mes, desde que el pueblo se levantó en una sola voz. Porque se cansó de tanto abuso, abandono y maltrato por parte del estado.

Pero, ¿que estamos haciendo para que esto no siga sucediendo? Parece que a este país no le importara lo que está pasando, o tendría que decir, a la mitad de este país. Porque empezamos a ver movilizaciones y protestas de todo tipo en algunas ciudades y municipios. ¿Pero dónde está el resto? Esos que dicen ser “unidos por un país”, los mismos que proclaman su amor por Colombia cuando nuestra selección juega un partido de futbol y lo gana, es cierto, nos traen un momento de alegría y nos une sin importar las diferencias, también sentimos juntos el dolor y la tristeza cuando pierde o salen eliminados de un campeonato mundial o continental, pero ¿por qué no sentimos el mismo dolor cuando asesinan a nuestros compatriotas inocentes? ¿por qué no nos unimos en un solo sentimiento, para exigir garantías y tratar de parar tantas muertes? Porque mientras nosotros sentimos tristeza  por  perder un partido, muchos se sienten tristes por perder a un ser querido, pero quienes seguimos luchando para ver un cambio, jamás perderemos la esperanza de ver un país mejor, un país en paz.

Solo pido que nos unamos como país y empecemos a exigir nuestros derechos, si usted alguna vez a sentido que de parte del gobierno le han violado sus derechos, es momento de salir a reclamarlos. Porque nos están quitando el derecho más importante de todos, el derecho a la vida, también el derecho a expresarnos libremente y como si fuera poco, el derecho a defender a los demás.

Qué tan justo puede ser perder la vida tratando de detener las injusticias, cuando la justicia no llega para aquellos que la cometen.

By: Yackley 


viernes, 25 de septiembre de 2020

¿Cómo salir?

 


Una vez caminaba por el desierto, bajo la incandescente luz del sol, estaba solo y no llevaba provisiones. Luego me di cuenta de que más personas caminaban a mi lado, pareciera que se encontraban en las mismas condiciones que yo. A pesar de que todos caminábamos por el mismo desierto y en la misma dirección, íbamos solos, todos avanzábamos con la mirada al frente, esperando observar pronto la salida de aquella desértica travesía, pero nadie se preocupaba por ayudar al compañero de viaje, y aunque no era una competencia, todos querían llegar en primer lugar. Después de un largo rato caminando, estaba realmente agotado y sentía que no podía continuar, así que decidí detenerme para tratar de tomar un poco de aire y mientras descansaba, empecé a observar a mi alrededor y, ¡vaya! que me he llevado una sorpresa. Me di cuenta, de que todos habíamos estado caminando en círculos durante todo ese tiempo y que en nuestra desesperación por salir de ahí, estábamos creando un cráter en arenas movedizas, en donde nos hundíamos sin darnos cuenta. Entonces me levanté e intenté alzar la voz, para hacerle saber a los demás lo que estaba sucediendo, pero nadie me escuchaba y a pesar de que algunos hablaban, yo no podía escucharlos o no los entendía, parecía que hablasen en un lenguaje desconocido. Entonces abordé a un anciano que me observaba detenidamente y en silencio, mientras yo trataba de hacerme escuchar. Analizándolo bien, parecía tener mucha experiencia y tiempo en ese lugar. Así que le pregunté, ¿por qué él estaba ahí ?

-porque quiero. Me respondió. E inmediatamente pedí una explicación

-si. Me dijo. Conozco la salida, la descubrí hace mucho tiempo, pero no pude irme, creo que de una u otra manera me acostumbré a este lugar y ya no quise marcharme jamás.

- ¿y por qué no ayudas a las personas que están aquí y quieren salir?

- lo he intentado. Me respondió pacientemente. -pero la mayoría no se quieren ir, porque cada persona que está aquí, puede encontrar la salida por sí mismo. Y para que yo pueda ayudarles, deben querer salir                                                                                   -yo quiero salir. Dije…  

…-puedes hacerlo cuando lo desees, pero…

-Debo querer hacerlo, lo sé, acaba de mencionar eso. Me apresuré a responder.

-Tranquilo muchacho. Me dijo, - eso lo tienes claro, pero hay algo aún más importante que debes tener en cuenta. Más importante que querer salir, pensé y lo dije en voz baja, casi inaudible. Pero el anciano parecía haberme escuchado, a lo que respondió.

-Si, además de querer salir, debes tener en cuenta, de que cuando salgas, no quieras volver a entrar aquí, o más bien, debes tener cuidado de no caer en el error que te hizo bajar hasta aquí.

- ¿Es que estamos abajo?, pregunté de inmediato.

-Eres muy observador y eso está bien, también me gusta observar y vi que intentabas ayudar a los demás. En el tiempo que llevo en este lugar, muy pocos han hecho eso, y los que lo intentaron, terminaron siendo arrastrados por los que no querían salir. Y eme aquí, yo soy uno de ellos.

- ¿pero, ¿Cómo salgo de aquí? Insistí nuevamente.

-No te desesperes, que la desesperación es la que mantiene a muchos en este lugar, todos buscan una salida, avanzan y cuando parece que ya están punto de lograrlo, se confían y son arrastrados de nuevo al punto de partida, incluso algunos, solo han resbalado y se regresan en picada. El golpe que sufren por la caída libre, los azota tan fuerte, que tardan mucho tiempo en volver a intentarlo o incluso ni lo vuelven a hacer.

Yo seguía ansioso, esperando el momento en que aquel tranquilo y sereno anciano, me enseñara la salida. Así que, mientras el hacía una pausa y se recostaba sobre una palmera seca y antigua, yo me alejé un poco y empecé a buscar esa escalera que me sacaría de allí. Pues recordaba que me había dicho que estábamos abajo. Pero no logré ver nada más que arena, la luz del sol y unas cuantas rocas.

Decidí volver al anciano y esperar pacientemente a que me dijera lo que quería escuchar y luego salir de ahí lo más pronto posible.

Muy tranquilo, me sonrió cuando vio que yo me acercaba impaciente hacia donde él reposaba. Le comenté que no había logrado ver escalera alguna. Pero deduje que tal vez era invisible y solo lograría verla cuando el anciano me lo dijera. Quizá existía algún truco secreto que debería aprender primero y luego si poder salir, pero imaginaba que eso tomaría demasiado tiempo y para entonces ya estaría acostumbrado a ese lugar. Y qué tal si aquel amable y carismático anciano, solo era un embaucador, y lo único que estaba haciendo, era entretenerme, para que no encontrase la salida, mientras le tomaba gusto a estar ahí.

-Me enseña la salida ahora, o lo tomaré como un mentiroso. Le dije, con un tono un poco airado.

-Está bien. Respondió muy sereno, mientras yo me desesperaba cada vez más.

-Le voy a dar una pista. Si, estamos abajo, pero para salir de aquí, no necesitamos subir.

Yo pensé, eso no tiene lógica, pero el anciano se veía seguro y convencido de lo que decía, entonces decidí creer. Y para no quedarme con la duda, volví y pregunté.

-Si, no necesitamos subir para salir de aquí, ¿entonces qué necesitamos?

-Solo tenemos que levantarnos.

-pero si ya estamos de pie. Contesté, al escuchar las palabras de aquel anciano, que me parecían un poco ilógicas.

-Eso no es suficiente, muchas veces estamos de pie e incluso creemos que estamos avanzando, pero en tu corazón y en tu mente aun sigues tirado en aquel lodazal en el que resbalaste y caíste. Así que el primer lugar en donde tenemos que levantarnos, es en nuestro corazón. Cuando sientas que realmente quieres salir de este lugar, entonces ya pasaremos a tu mente. Ahí debes de convencerte a ti mismo de luchar con todas tus fuerzas para poder salir y cuando ya sientas que estás realmente listo para salir…

-Ya sé, saldré, así que eso era todo, es demasiado fácil, pensé. Pues yo sentía que quería salir de ahí y no hacía más que pensar en eso.

-No, no saldrás entonces, dijo, interrumpiendo mis pensamientos.

Yo ya empezaba a impacientarme un poco y la ira se me notaba levemente en el rostro.

Entonces, con la serenidad que lo caracterizaba, me dijo.

-Lo primero que debes tener para poder salir, es paciencia. Pero puedes estar seguro de que lo harás en cualquier momento, el tiempo que te lleve, depende de ti.

-Está bien, seré paciente y cumpliré a pie de la letra sus instrucciones.

-Va a ser difícil, no lo niego, va doler más de lo que te imaginas y hasta llegarás a sentir que el corazón se parte en mil pedazos y que te carcome el alma lentamente;

Primero: tienes que perdonar, a quien te haya lastimado, de manera directa o indirecta. Pero deberás descubrir antes, que no seas tú mismo quien se está lastimando y causando ese dolor. Es muy común que a veces le echemos la culpa a los demás, por el dolor que sufrimos, sin saber que somos nosotros los causantes de ello o, que podemos evitarlo sí nuestro propósito es superar cualquier dolor en nuestro interior. Entonces, por favor perdónate a ti primero y cuando lo hayas hecho de corazón, te vas a dar cuenta de que las personas que supuestamente te hicieron daño, no tienen la capacidad de tan siquiera causar el más mínimo sufrimiento y que cualquier dolor en nuestra alma o en nuestro corazón, por más mortal que parezca, al final lo podemos superar e incluso en algún momento llegaremos al punto de olvidar.

Y, una mañana, cuando te levantes y te mires al espejo, vas a sonreír, y será la sonrisa más hermosa que hayas visto, porque tu corazón, tu alma y tu espíritu van a sonreír contigo. Ahí te vas a dar cuenta de que ya nada te duele, que la felicidad ha vuelto a ser completamente tuya y que no necesitabas a nadie para recuperarla. Vas a sonreír, porque entenderás que todas esas noches que llorabas a solas y los días que llorabas por dentro, mientras le enseñabas al mundo una sonrisa fingida, para hacerle creer que estabas bien, tal vez valieron la pena, o tal vez no. Pero ahora son parte del pasado y solo te ayudarán a recordar, porqué debes ser feliz.

Y cuando todo eso pase, sin darte cuenta, ya te habrás levantado y salido de aquí.

-Perdón, pero nunca pregunté su nombre. ¿Podría decirme cuál es?

-He tenido muchos nombres a lo largo de mi existencia, pero la mayoría de las personas me llaman: CONCIENCIA.

martes, 4 de febrero de 2020

Todo por una sonrisa



Y te vi...
Justo cuando un rayo de luz, que como daga afilada se abría paso entre la oscuridad, esa que no dejaba ver tu rostro resplandeciente y tu sonrisa única. Sonrisa que me sorprendió y más cuando chocó con la mía y desde entonces empezaron a cruzarse con la misma libertad e intensidad con la que el viento se cruza por la montaña. Pero no era química lo que había entre nosotros, tampoco era solo atracción de momento, pues, aunque te veías hermosa, mis ojos se fijaron un poco más allá, o tal vez te miré con los ojos del alma. Creo que te pasó lo mismo, lo sé, porque tus ojos no dejaban de buscar lo míos, mientras los míos brillaban y no era precisamente por la iluminación del lugar en donde nos encontrábamos, fue tu energía que activó la mía e hizo que sintiera más ganas de vivir, como jamás había sentido. Pero no solo quería vivir. Quería vivir contemplando tu sonrisa por el resto de mis días, mientras bailamos la canción que nos gusta a los dos, y que ya la hicimos tuya y mía. Quería escribir todos los poemas que una vez imaginé y dedicarte uno cada día. Yo sabía que para eso tal vez iba tardar un siglo. Porque desde aquella vez, mi cuaderno de notas a tenido que trabajar horas extras y el lápiz que se había mantenido intacto por mucho tiempo, ya está llegando al final de su vida. Pero ambos me han confesado estar orgullosos de su trabajo. Mi cuaderno, porque jamás había llevado en sus hojas tanta poesía, y el lápiz, porque cumplió con su objetivo para el que fue hecho, crear algo maravilloso. Pero aparte de las maravillas que llevaban o que habían escrito, sabían que existía un ser aún más maravilloso y que era la inspiración de mis poemas. Que después de haber sido mis compañeros ausentes durante mucho tiempo. Ahora eran mis confidentes, los que guardaban mis secretos. Secretos que a veces me gustaría gritar a los 4 vientos. Pero que no lo hago por temor a que alguno de estos vientos se los lleve y que jamás lleguen a su destino. Es por eso que prefiero plasmar lo que siento y si algún día tuviese la oportunidad, plasmaría en tu piel cada poema creado para ti, pero lo haría en mi propio lenguaje, lenguaje que también te enseñaría. Así solo tu y yo los podríamos leer y sería nuestro secreto.
Pero claro, solo te vi una vez y ya imaginé todo esto. Temo que cuando te vuelva a ver, Neruda desde el más allá empiece a dudar de sus escritos, porque tengo la impresión de que ser poeta será mi profesión, si tan solo pudiera verte de nuevo y bailar una vez más contigo, todo sería perfecto y no necesariamente tendría que haber música, pues bailaríamos al ritmo de nuestros corazones. Estoy seguro de que el mío tocaría una sinfonía en el momento que te vea y te daría un concierto de besos... ¿O de versos? Creo que debería dejar hasta aquí, porque quizá nunca me leas y sea otro fragmento más, olvidado en mi libro de recuerdos inolvidables. Haré puntos suspensivos...

Pd. No seguiré escribiendo, a menos que sea contigo.

By: Yackley
For: D.A

sábado, 28 de septiembre de 2019

Un lugar mejor




Y me dijo:
Si de verdad quieres irte, pues vete, pero primero deberías asegurarte de que el lugar a donde quieres ir, realmente existe. Porque en este momento lo que vives, lo que estas pasando, las situaciones, todo eso nos hace parecer que nuestra vida es horrible, que es una ຕɪєяɗα.
(trato de censurar la palabra, no porque me parezca ofensiva, sino porque el navegador la censura totalmente). Pero estamos aquí y es todo lo que tenemos en este momento, así que deberías mejor tratar de disfrutar lo que tienes, yo sé que seguramente estarás pensando o dirás, -pero si no tengo nada- pues déjame decirte que, si estás pensando o diciendo tal cosa, lo tienes todo, tienes vida, tienes voz y muy probablemente tienes la capacidad de moverte libremente hacia donde tú quieras. Pero eso son solo condiciones básicas del ser humano, cuando te digo que lo tienes todo, me refiero a que tienes la oportunidad de empezar de cero, de trazarte un nuevo camino por el cual caminarás muy tranquilo y seguro, pues ya conoces los obstáculos.
Y no quiero sermonear, como lo haría normalmente la sociedad actual, esa misma que dice: queremos una vida diferente, una sociedad en donde todos nos respetemos y amemos entre sí, que como mínimo cumpliéramos ese mandato divino. Pero no, amamos más las cosas materiales y nos enamoramos de lo que para nuestra vista es agradable, solo queremos algo que podemos disfrutar y en el momento en que nos parece complicado, simplemente lo abandonamos, del mismo modo en que nuestro espíritu luchador nos abandona lentamente cada vez que lo hacemos, o convertimos nuestros sueños en objetivos económicos, siendo estos, solo simples ambiciones.

Seguramente no te interesa la sociedad, la humanidad y todas sus mentes enfermas, por no mencionar de nuevo la palabra censurada. Pero déjame decirte que, aunque suene odioso, vas a tener que aceptarla de cualquier forma. ¿por qué?  Pues según lo que he escuchado hasta ahora, si te vas, estarías yéndote por la culpa. Pero si decides quedarte, tendrás que convivir con ella. Vas a tener que aprender que, de las palabras, las acciones y de todo aquello que afecte nuestros sentimientos y nuestro espíritu, solo nos hará daño, lo que nosotros decidamos que puede hacernos daño, así que, en este instante la felicidad, el sufrimiento y tu vida misma, están en tus manos.
Ahora te pregunto, ¿te gustaría quedarte y hacer de este un lugar mejor, o prefieres ese lugar mejor al que dices quierer ir, pero que ni tú, ni yo, ni nadie que esté con vida hasta ahora sabe si realmente existe?.

Creo que terminé un poco confundido, pero había algo que tenía claro, quería quedarme y demostrarle al mundo que podía, que no era tan cobarde como para rendirme en ese momento, que buscaría la felicidad dentro de mi y la alimentaría de las cosas que le dieran tranquilidad y felicidad a mi espíritu. Y lo más importante, que podía compartir esa felicidad con los demás.

Pues si soy la fuente de mi propia felicidad, para que me  la quiten, tendrán que apagar esa fuente, pero aun cuando se apague, la felicidad seguirá siendo mía.

Anónimo.

By: Yackley

domingo, 30 de junio de 2019

Expandir tus alas




Y llega un momento en el que nos encontramos en el límite, justo al borde del abismo y debemos tomar una decisión y esa decisión tiene un solo paso, puede ser hacia el frente o hacia atrás.
Pero no es fácil, no sabemos realmente qué hacer, porque si vamos atrás, estaríamos regresando a lo que ya fuimos, a eso que conocemos y que fue lo que nos trajo al lugar en donde estamos en este preciso momento, ¿pero seremos capaces de vivir con eso, de saber que podemos volver a tropezar con las mismas piedras, caer en el mismo lugar del cual ya nos levantamos y caminar sobre las espinas que ya antes nos habían hecho daño?.
Pero, ¿Y si vamos al frente? Que nos podría esperar, tal vez el fin de nuestro camino y sufrimiento, o tal vez el renacimiento.
Porque creo que hay dos formas para poder volar, una de ellas es naciendo con alas y para eso tendrías que ser un ángel. La otra es aprendiendo a colocarnos nuestras propias alas. Aunque he descubierto que todos las tenemos, solo que no hemos aprendido a usarlas.

Creo que la mejor forma de aprender a utilizarlas es, tocando fondo, dando el paso hacia adelante. En ese momento solo tendrás dos opciones, o expandes tus alas para levantar vuelo o caes tan fuerte, que quedarás destrozado y no tendrás la fuerza para levantarte de nuevo.

Y a pesar de haber sufrido lo suficiente como para dar el paso hacia el frente, siempre nos quedará una parte que no ha sido maltratada, una parte de nosotros que jamás podrá ser lastimada realmente y mientras respiremos y nuestro cuerpo se mueva, esa parte de nosotros seguirá intacta.

Podrán lastimar nuestros sentimientos, nuestra confianza, nuestro orgullo, incluso nuestra alma, pero jamás podrán lastimar nuestro espíritu y mientras nuestro espíritu siga vivo en nosotros, podemos volar. Podemos levantarnos ante cualquier adversidad y volar tan alto, que aquellos obstáculos que alguna vez se interpusieron en nuestro camino, solo serán retos y experiencias que evitaremos mientras planeamos sobre ellos.

No sé si seré capaz de expandir mis alas a tiempo para salir del abismo y evitar azotarme contra el piso, pero estoy seguro de que si no lo hago, aunque caiga y quede roto en mil pedazos, mi espíritu me acompañará hasta que me vuelva a levantar y entonces, tal vez entonces, yo este preparado para emprender vuelo.

By: Yackley.

sábado, 30 de marzo de 2019

Amante sobrio


¿Estas ebrio? -No, pero me habría gustado estarlo cuando la conocí, hubiese querido estar tan ebrio, como lo estuve el tiempo que compartimos juntos, estuve embriagado de amor, pero esta vez me embriago por desamor.
Esa fue la respuesta de aquel hombre sentado en la barra de un bar poco concurrido y bebía unos tragos de tequila de manera acelerada. Parecía feliz, un hombre que disfrutaba de sus tragos como si nada le importase, como si para él no hubiera mañana, tan feliz se veía, que tuve curiosidad y me acerqué para preguntar cuál era el motivo de su celebración.
Pero me sorprendí al acercarme y observar que su rostro reflejaba una gran tristeza y a la vez, una lagrima rodaba por aquel rostro afligido. Yo no sé mucho de sentimientos, y menos de los que dicen ser reales, pero aquel hombre expresaba  un profundo dolor, de esos que solo sienten las personas que amaron de verdad, lo sé, porque he visto a una gran cantidad de personas pasar por la misma situación y sufrir tanto por un desamor, que hace parecer que jamás se van recuperar, a veces hasta he llegado a creer que las personas si se mueren a causa de un desamor, pero no conozco el primer caso confirmado.
-Amigo, lo llamé, y lo salude amablemente, con la misma amabilidad que el me saludo y me invitó a un trago, me pidió casi suplicando que por favor escuchara su historia.
-Mi intención no es aburrirte… me dijo, yo sé que vienes a este lugar a disfrutar o talvez a celebrar algún momento de tu vida que te hace feliz, pero estaría muy agradecido si me escuchara. Yo sé que su historia tal vez no será la única, pues a muchos les ha pasado, que a causa del amor, han tenido que vivir momentos desastrosos en sus vida, pero lo que él estaba viviendo parecía ser algo diferente, complicado, más bien parecía una historia vivida dentro de un sueño o una pesadilla, que al momento de despertar, solo queda el sabor amargo de la triste realidad y a veces quisieras volver a dormir para no despertar jamás.
-Aquí la conocí, me dijo, en esta barra, un sábado por la noche cuando llegué a este lugar como era de costumbre, aquí donde vengo a desconectarme del mundo real para olvidar un poco los problemas y los muchos ratos amargos que nos da la vida. Sentado en esta misma silla, el mesero no terminaba aun de servir mi primera copa, cuando en la silla de enseguida, esa misma que se encuentra vacía hoy, se sentó una mujer hermosa, eso fue lo primero que pensé, no había visto a una mujer tan bella hasta entonces, parecía que hubiese llegado del mismo cielo, para mí, lo que veía era lo más cercano a un ángel. En ese instante olvide que el mesero ya había servido la copa y que la tenía  mi mano y al intentar levantarme de la silla para acercarme a ella con la intención de hablarle, derrame toda la bebida sobre la barra y sobre parte de mi cuerpo, me sentí estúpido en ese instante, pero ella saco un pañuelo y lo ofreció para que me secase, accedí y luego de terminar le di las gracias con la voz un poco temblorosa, di media vuelta para marcharme cuando me dijo: “espera, cuál es tu nombre”, me quede mudo, no pude descifrar en ese momento si fue pánico o emoción lo que sentí, si estaba sorprendido o simplemente ella tenía el poder de hacer que eso me pasara, “está bien si no hay nombre, pero, te importaría acompañarme a beber un trago, pues creo que aquella copa que derramaste era la primera, y no sería justo que salgas de aquí sin beber por lo menos una, yo invito”.
-Está bien, le respondí, arrastrando un poco mi silla, la acerqué hacia donde ella estaba y luego de sentarme pedí de nuevo una copa. Me empezó a platicar un poco de su vida, de lo que hacía y como se las había arreglado para venir a parar a un lugar como este, en donde normalmente se veían hombres con muy pocos modales, que solo buscaban ahogar sus penas en licor. Para alguien que trabaja en una empresa de gran prestigio, y que de seguro también recibía un prestigioso salario, este lugar lo podría describir como un antro, y precisamente era esa la razón por la cual había elegido venir hasta aquí, porque quería estar sola, en un lugar donde no la conocieran  y así poder desahogar sus penas como mucha gente lo hace, en el alcohol y la soledad.
Tuvimos una larga conversación, tanto hablamos, que cuando miré mi reloj, ya había pasado la media noche y pronto tendría que partir, pues al día siguiente tenía turno en mi trabajo. Hasta ese momento, aun no sabía que la trajo hasta aquí. Entonces tuve que averiguar, debido a que la notaba un tanto inquieta, creo que deseaba que le preguntara sobre lo que le pasaba. Me confesó que la verdadera razón por la que se encontraba en ese lugar, era porque se acababa de enterar que el hombre que ella amaba y con quien se había jurado amor eterno, la estaba traicionando, pero se enteró de la peor manera, de una manera que no deja espacio a la duda y tal vez, de la manera que más duele, lo vio con sus propios ojos, justo ese día al llegar a su trabajo le informaron que la empresa no prestaría servicio, así que decidió volver a casa sin avisar, para darle la sorpresa a su esposo, ya que ella pasaba mucho tiempo en la oficina y era poco lo que realmente compartían, pero la sorpresa se la llevó ella cuando al llegar a casa descubrió semejante escena.
-Es algo que le puede pasar a cualquiera y más en esta época en donde prima el comportamiento desleal, esa fue mi única respuesta. Pero luego entendí que cada persona siente un dolor diferente dependiendo de lo que su mente le permita. Así que traté de ser amable y consolarla a mi manera y le pedí que escuchara una historia que le sucedió a una persona cercana a mí.
Era una mujer la cual llevaba una relación amorosa por más de tres años, ella amaba a esa persona con la que había disfrutado cada segundo del tiempo que habían compartido.
Un día, cuando ella pensaba que la relación estaba en el mejor momento y que nada en el mudo los podía separar, recibo una noticia de las que a nadie le gustaría recibir, sonó su teléfono celular y al contestar, era el doctor que llamaba para informarle que su madre se encontraba hospitalizada y que ella era requerida con urgencia, salió deprisa para allá y  al llegar al hospital, se enteró de que su madre había sido diagnosticada con una rara enfermedad, que ya estaba avanzada y que solo se podía tratar durante un tiempo, mas no se podría curar. Desde aquel día la vida le cambio por completo, primero no podía dejar su trabajo, ya que ella era hija única y era quien respondía y cuidaba de su madre, pues de su padre no volvió a tener noticia desde los cinco años, entro en un estado de estrés, depresión y tristeza que combinados, se empezaron a reflejar en su físico, esto causó, que de aquel hombre a quien ella amaba, empezara a recibir cada día menos apoyo, lo sentía cada vez más distante, hasta el punto de llegar creer  que su amor por ella había terminado, pero aun así, seguía confiando en él y trataba de estar pendiente de su madre, su pareja y trabajo al mismo tiempo, algo que realmente le costaba mucho y esperaba que el valorara lo que hacía.
Tal vez no fue suficiente, pues un día cualquiera al llegar a casa lo encontró en su cama con otra mujer, sintió como si se le despegara  la carne de los huesos, en ese instante llegó a creer que el mudo había acabado para ella, salió corriendo de su casa y buscó un lugar en donde pudiera pasar un rato a solas y pensar en todo lo que estaba pasando. Lo primero que hizo, fue entrar a un bar y pedir unos tragos para amortiguar un poco el dolor que sentía su corazón. No había pasado mucho tiempo, cuando se le acercó un hombre joven y apuesto, este le preguntó que le sucedía, ella le conto todo lo que había pasado con su pareja, también la situación que viva con su madre y su trabajo. Resulta que aquel hombre, a pesar de su edad era un reconocido y experimentado medico investigador y por esos días pasaba por una situación difícil, pues había tenido éxito con algunas pruebas que llevaba a cabo para crear un nuevo tipo medicina, pero esa dedicación y disciplina que requería su trabajo hizo que su relación amorosa se destruyera y se encontraba en ese lugar, tal vez buscando lo mismo que ella buscaba, el consuelo en el alcohol.
Pudo haber sido coincidencia, quizá fue el destino, o tal vez Dios mismo junto ambos caminos en aquel lugar, para que se diera paso a una de las mejores historias de amor que haya podido escuchar en mi vida, pues luego de ese agradable encuentro, este hombre le hizo una propuesta un poco difícil de rechazar estando en esa situación, le propuso que ella trasladara a su madre al centro de investigación que él tenía para que probaran su nuevo descubrimiento, ella no lo pensó mucho y aceptó, pues al final no era tanto lo que podría perder, ya que el diagnostico era desfavorable según los médicos. Pero la mejor noticia fue, que después de un largo tratamiento, la medicina empezó a hacer efecto positivo, hasta el punto de que su madre se recuperara en un cien por ciento, ella estaba tan agradecida, pero a la vez angustiada, pues no sabía cómo iba a pagar tan costoso tratamiento, aunque el médico aun no le había mencionado costo alguno, ella suponía que no lo pagaría ni en la otra vida, ya literalmente había salvado la vida de su madre, aun así, se atrevió a preguntar, pero la sorpresa fue cuando el médico le contestó, “no me debes nada” ella no lo podía creer, tanto así que pregunto de nuevo, pero recibió la misma respuesta “no me debes nada” ella, por supuesto acepto con mucho agrado.
Y a partir de aquel día se empezaron a hacer más comunes las salidas entre ellos dos, hasta el punto de llegar a formar una relación, tan bien se comprendieron, que hoy están felizmente cazados, tienen un par de hijos, con quienes conforman un exitoso hogar.
Luego de que le contara aquella historia, la vi un poco más animada, aunque ya habíamos bebido cada uno, un par de copas más, pasamos un largo rato bebiendo y conversando acerca de nuestras vidas, tanto hablamos, que a mi mente llegaron recuerdos que ya creía olvidados. El tiempo se había pasado volando y era ya casi de madrugada cuando decidimos partir a casa, abordamos un taxi, en el cual pasaríamos primero por su casa, luego yo seguiría mi camino, así sucedió, solo que al momento de llegar a su casa, yo decidí acompañarla hasta su puerta, mientras el taxi me esperaba en la calle, ella abrió la puerta de su casa y antes de entrar giró para despedirse,  fue ahí cuando tome el valor o tal vez el valor me lo había dado las copas que tomé antes en el bar, pero apreté fuerte su mano y le di un beso, un beso que ella lo hizo apasionado, de esos besos que parecen el primero, aunque ya lo hayas vivido antes, fue largo y duradero, fue tan extenso, que el taxista empezó a sonar su bocina para que me apresurara, en realidad no quería que acabara, pero ya era hora de partir, así que me despedí, abordé de nuevo el taxi y me fuí reproduciendo ese beso en mi mente hasta llegar a mi casa.
Paso una semana después de aquel día, ¿pero ni una llamada ni un mensaje? Claro, pero como iba suceder eso, si entre todo lo que hablamos, jamás mencionamos números de teléfono.
Así que la única esperanza que me quedaba era regresar de nuevo al bar y esperar a que en algún momento ella apareciera y llegara a sentarse a mi lado.
Así sucedió, llegó al bar y estaba tan hermosa como la última vez ve la vi, pidió un trago y sentó en el mismo lugar, luego se dirigió hacia mí y me saludo con un beso en la mejilla, yo me sonrojé en el instante, ella parecía estar más tranquila, hasta llegué a pensar que no se acordaba de lo que había pasado esa noche, yo traté de recordarle hablando un poco del tema y reviviendo los recuerdos del pasado. Resulta que ella si recordaba, solo que no lo quería aceptar, porque llegó a sentir algo diferente aquella noche y no quería enamorarse de nuevo, por lo menos no tan rápido, también, porque podría hacerle daño a la persona de la que se enamorara.
A mí no me importaba en realidad, así que insistí en intentar convencerla de eso , hasta que ella cedió un poco y reconoció que lo que sintió aquella noche había sido diferente, diferente a lo que pudo haber sentido antes, pero igual a lo que yo sentía en ese momento, era un juego del destino, ponerme en ese lugar con una persona que acababa de fracasar en el amor, sabiendo que yo en esa rama tenía experiencia, sabiendo aún que a ese lugar llegué precisamente huyendo del amor, porque ya no creía que podía enamorarme otra vez, pero seguía creyendo en el amor, estaba tan seguro de que existía, l por eso prefería estar en lugares donde yo sabía que era casi imposible que el amor llegase a encontrarme. Pero me enamoré, me enamoré tanto como ella de mí y desde aquel día vivimos una historia de amor increíble, una historia de amor diferente, tan diferente como lo que sentíamos uno por el otro. Una historia que prefiero no contar, pues soy de las personas que piensan que cada quien debe crear, vivir y contar su propia historia de amor, y que se debe guardar los mejores momentos en la memoria, y los malos momentos, narrarlos de vez en cuando, para que más parejas o personas que están pensando en vivir alguna historia de amor, puedan evitar pasar por esas circunstancias, o por lo menos tratar.
Pero bueno, eso fue hasta hoy, hasta hoy pude vivir mi propia historia y no puedo negar que fue una de las mejores y que la disfruté al máximo, como acostumbro a disfrutar cada día y cada momento en mi vida. Pero como fué una historia que empezó en medio del fracaso, no me podía sorprender que terminara fracasando y se sumara a una más de esas historias tristes que a nadie le gustaría contar o vivir. Sucedió un día cualquiera,  y en el lugar menos esperado. Yo había ido a cine aquel día, fui solo, pues lo hacía esporádicamente porque me sentía bien al hacerlo, Llegué a la taquilla pedí mi entrada, luego compré algo de comer y me dispuse a ingresar a la función. Había pedido preferencial, por comodidad, pero no me había percatado, de que unas cuantas filas más abajo estaba mi novia, se me hizo extraño, ya que hasta donde yo sabía ella no era muy amante al cine, ¿entonces que hacía ese día ahí?, sola no creo que estuviera. Precisamente…  un frio recorrió mi cuerpo, pues me imagine lo peor, aunque no creo que ese día funcionara aquel refrán que dice: “como imagines las cosas, así sucederán” ya que yo me lo imaginé después de.
…En todo caso, me quedé esperando, para averiguar que pasaba y por qué se encontraba en ese lugar, me recosté sobre la silla, tratando de ocultarme un poco, tanto me concentre en mi novia, que si en este momento me preguntaras, ¿de qué trataba la película?, no sabría decirte, pero si podría contar con lujo de detalles lo que sucedió con mi novia, incluido movimientos y gestos. Para mi sorpresa, me enteré de lo mismo que ya había pasado por mi mente cuando entré en aquella sala y la observé ahí, mi novia me engañaba y con la persona que menos imaginaba, era su mejor amigo quien estaba con ella, llegó un momento en que se abrazaron y se besaron, se besaron como si se amaran desde hace mucho tiempo, hasta llegué a pensar que  para ella yo era el amante y que el otro hombre que estaba con ella en ese momento era su principal amor. En ese momento no fuí capaz de acercarme y hablarle, pues no sabía que me dolía más, si la traición de ella o mi maldita ingenuidad. Mi único recurso fue tomar mi celular y grabar lo que estaba pasando, de esa manera tendría una prueba al momento de reclamar.
Así termino ese día, luego de eso me fui a  casa y decidí no llamarla, pues al día siguiente habíamos quedado en un sitio de la ciudad para tomarnos un café y hablar un poco. Yo llegué más temprano de lo normal al lugar, solo esperaba que ella apareciera y así poder reclamar lo que me había hecho el día anterior y que me estaba carcomiendo por dentro y por fuera. Pues de nuevo me acobardé cuando la vi acercarse, no tuve el valor de levantarme y decir lo que había planeado para ese momento. Creo que ella sospechó algo, porque solo le di un beso en la mejilla, luego de eso, ella se sentó frente a mí en la mesa y procedimos a ordenar. Pasó un buen rato y hablamos de varias cosas antes de que decidiéramos partir del lugar, pero justo en el momento en que nos levantamos para salir de ahí, la tomé de la mano y la invité a sentarse de nuevo, con la voz un poco temblorosa le comenté sobre lo sucedido el día anterior en el cine, a ella pareció no importarle mucho lo que le dije, es más, se atrevió a decirme que la estaba siguiendo o porque estaba solo en cine. Yo le comenté que acostumbraba a hacerlo cuando quería sentirme solo, que era estar en medio de mucha gente a la que no conocía ni le importaba (es como estar solo) … “muchas veces también me he sentido solo, aunque este rodeado de gente que dice quererme …Pero ella insistió en que la estaba siguiendo, le dije que eso no era importante en ese momento, pues yo solo le pedía una explicación de lo que había pasado.
Para sorpresa, se repetiría la historia, pues luego de que me dijera que yo era una gran persona y que lo que vivía conmigo no lo había vivido con otra persona antes, me dijo que había vuelto con su antigua pareja, que le había demostrado que la amaba de verdad y que cambiaría por ella. No me cabía en la cabeza como alguien querría estar de nuevo junto a una persona que tanto la había hecho sufrir, pero al final son decisiones de cada quien, me dijo que yo era una gran persona, pero que se quedaría con quien había amado primero y con quien más conocía. Al final acepté pensando que era lo mejor, pues no me gustaría amar a una persona que siente amor por alguien que no soy yo, también, que tal vez no fui traicionado, que solo acepté el amor de alguien que en realidad no me amaba y aunque lo sabía, lo ignoré y decidí luchar para poder cambiarlo, pero esta vez perdí, es que en el corazón nadie manda, eso se sabe y también que el amor jamás ha sido correspondido, solo que alguno de los dos decidió aceptar amar sin ser amado y el otro se acostumbró a recibir amor, sin corresponder, pero teme no ser amado por alguien más.
Ese fué el último día que la ví, después que nos diéramos un fuerte abrazo, partimos cada quien para su lado y jamás volvimos tan siquiera a llamar o escribir, fue como si despertara de un sueño maravilloso, ese sueño que recuerdas con agrado, pero que sabes que jamas se repetirá, que aunque todas las noches te acuestes pensando en eso e intentes volver a soñar, no será posible, hasta que algún día lo olvidas, solo que hasta hoy no podido olvidar y es como si lo soñara cada noche, pues cada mañana cuando me levanto, lo primero que se me viene a la cabeza, es ella, con su belleza, su dulzura, su sencillez y pasión, hasta que recuerdo que todo eso solo es pasado y lo más probable es que se quede así, en el pasado. Desde entonces, vengo a esta barra cada sábado, solo con la esperanza de que algún día vuelva a este lugar, tal vez no en las mismas condiciones, pero me alegraría solo con ver de nuevo su rostro, y observar su sonrisa, hasta hoy no ha sido posible, no sé en realidad, cuanto tiempo ha pasado desde que terminó, por esa razón no sabría decir, cuanto tiempo llevo viniendo a este lugar y cuantas veces e partido de aquí, jurando no regresar, pero siempre vuelvo, siempre con la esperanza viva, aunque tenga el corazón a punto de morir, a veces quisiera encontrar la forma de olvidarla por completo, no sé si haya una manera de hacerlo, pues ya pensé incluso en acabar con mi vida para curarme de todo, pero no fui capaz, solo el pensar en que me iría sin volverla a ver, me hizo retroceder de nuevo a mi dolor, prefiero vivir con dolor, que morir sin saber de ella, así que amigo mío, no sabe cuánto le agradezco que haya escuchado mi historia, que se haya tomado ese tiempo que tal vez tenía destinado para disfrutar, pero prefirió escuchar la historia de un pobre hombre ebrio.
Yo, que solo había ido a ese lugar para tomar una copa y pasar un buen rato, pues no tenía algo que celebrar, ni penas que ahogar en el alcohol, ya que por el miedo a sufrir evitaba enamorarme, pero por evitar el amor, jamás había tenido un triunfo o un fracaso, solo me quedé pensando un rato, luego me despedí de aquel hombre y me marché a casa. Nunca más lo volví a ver, es más tampoco regresé a ese lugar, hasta hoy, pues decidí pasar por unas copas de licor, para calmar un dolor en el corazón, un desamor. Realmente aquel hombre me dejó impactado con su historia de amor y me hizo querer enamorarme y vivir mi propia historia, pero hoy fracasé y fui a ese bar con la intención de ahogar las penas en alcohol, bebí poco en realidad, pues me interesé más por saber que había pasado con aquel hombre, que por calmar mi dolor. Le pregunté al mesero si tenía alguna razón de lo que había pasado con él y me dijo que lo que sabía, es que ahora era un hombre muy feliz y enamorado, que lo vio en la misma situación un par de veces y que las mimas veces lo había visto tomar para olvidar, pero que la última vez, volvió con una mujer a la que conoció en ese mismo lugar, pero que ambos estaban celebrando, celebraban su compromiso, y que al día de hoy ya deberían estar casados, pagué mi cuenta y lle agradecí al mesero, luego me fuí  mi casa pensando en aquel hombre. Tampoco sé realmente lo que pasó con aquella mujer, pero creo que fracasó de nuevo, luego encontró a alguien que realmente la amaba, pero resulta que era con alguien que seguía fracasando en el amor.
Espero que al día de hoy ellos sigan siendo felices y que lo sean hasta la muerte, yo por lo tanto, después de terminar de escribir, me sentaré a pensar y a reflexionar un poco sobre este tema y espero llegar a una conclusión, pues no sé si vale la pena seguir luchando por amor así tengamos que sufrir o desistir e intentar se feliz en mi soledad. No he decidido si disfrutar del amor, o seguir disfrutando mi vida sin enamorarme, solo espero que la decisión que tome, me haga sentir bien y que sea la correcta.
Solo me queda decir que: si amas a alguien en este momento, asegúrate de que también usted sea amado y si usted es amado y no siente lo mismo por esa persona, analice y decida que es mejor, si empezar a cultivar el amor o alejarse antes de que haga más daño.
fin
By: Yackley


sábado, 22 de diciembre de 2018

Búsqueda Incansable


Todos perseguimos algo. Puede ser un sueño, una meta o un propósito, surge siempre de una idea, de algo que se nos ocurre y que sentimos que debemos realizar.
Empezamos a trabajar por ello y muchas veces termina convirtiéndose en una búsqueda inalcanzable, hacemos sacrificios que no nos parecen justos y esfuerzos que están por encima de la capacidad humana.
La humanidad ya ha demostrado que es capaz de hacer lo inimaginable y hasta lo imposible, solo por demostrar que puede lograr lo que se propone.
Siempre seguimos luchando, unos lo hacen por ego, hay quienes lo hacen por obligación y también están los que creen firmemente en que eso es lo que deben hacer, porque le traerá la felicidad que necesitan.
Lo más importante es, en donde estamos buscando, hasta donde queremos ir y que tanto estamos dispuestos a perder para alcanzar aquello que deseamos.
Hay una historia de un joven que vivía en un pueblo muy lejano, tenía una gran fortuna que había logrado con trabajo duro durante bastante tiempo, él decía que jamás había tenido tan solo un instante de felicidad. Un día, un anciano le dijo que había un lugar en donde se encontraba el mapa que lo podía llevar hasta la felicidad y así podría tomar un poco de ella o la cantidad que quisiera, pues no había restricciones para la felicidad. Solo había un pequeño problema, tendría que emprender una larga travesía para llegar hasta dicho mapa y esto le costaría toda su fortuna, pero decidió salir en búsqueda del mapa, ya que lo único que deseaba mas que que cualquier otra cosa, era encontrar la felicidad. Viajó durante mucho tiempo, enfrentando todo tipo de peligros, pero también conociendo diferentes lugares y culturas hasta encontrar el mapa. Solo para darse cuenta que este lo guiaba nuevamente hasta su casa.
Al regresar al pueblo, buscó al anciano para que le explicara porque le había dicho de un mapa que estaba tan lejos, si lo llevaría de vuelta al mismo lugar donde inició.
El anciano le respondió que el jamás preguntó, "porque la felicidad siempre ha estado contigo y no te habías dado cuenta, pero no te la podía mostrar y si te lo decía no me ibas a creer, por eso, lo único que hice fue decirte la forma de encontrarlo , porque ni yo ni nadie te puede decir cómo ser feliz, tenías que buscarla por ti mismo y así te darías cuenta de que sin importar hasta donde vayas, la felicidad siempre va estar dentro de ti, solo tienes que encontrarla"(el autor).
¿Y tú, hasta donde estás dispuesto a ir, para encontrar la felicidad?
By: Yackley
@yackleyco

sábado, 22 de septiembre de 2018

Cuando la guerra me quitó un amigo




LAS GUERRILLAS, EL PEOR VIRUS DE COLOMBIA.
Y LA GUERRA, LA CURA MAS DOLOROSA.

Recuerdo aquel día… domingo por la mañana salí de pesca con uno de mis amigos de infancia, en realidad, sólo amigos, pues aún éramos niños.
Nos disponíamos a lanzar la primera red, cuando un ruido ensordecedor nos dejó aturdidos por unos segundos, luego de reaccionar al estruendoso ruido, nos percatamos de que seguían las detonaciones, eran disparos de parte y parte. En realidad me sentía muy asustado y creo que mi amigo estaba igual, pues nos encontrábamos entre el fuego cruzado, y una cosa era clara, era un enfrentamiento entre la guerrilla de las FARC y el ejército, pues desde anteriores días se rumoreaba la presencia de tropas de ambos (bandos) por la zona, se preguntarán por qué a los dos los llamo bandos, pues en la situación en la que estábamos, no se podía arriesgar a resguardarse en alguno de los dos, si corríamos hacía donde estaba en ejército, podríamos morir acribillados y luego ser presentados como guerrilleros, y la guerrilla nos asesinaría confundiéndonos con infiltrados del gobierno, no se podía confiar en nadie.

Al final buscamos la mejor salida, correr entre el fuego cruzado y prácticamente esquivar las balas que se disparaban de todos lados, nadamos una buena parte para poder atravesar el río en donde nos encontrábamos y seguíamos corriendo en medio de la espesa vegetación que caracteriza el sur de Colombia,  cuando llegamos a zona segura, nos detuvimos a descansar un poco, entonces veo como mi amigo se desploma sobre el piso, corro hacía él para averiguar qué pasa, y esta cubierto de sangre por casi todo el cuerpo, desesperado lo intento levantar en mis hombros, pero me es imposible, pues era mucho más grande y pesado. En uno de los tantos intentos fallidos por ayudarlo, me doy cuenta que ya no se mueve y que dejó de respirar.

Murió por una bala enemiga, sólo que impacto en la persona equivocada. Pues cualquier arma disparada, bien sea para proteger al inocente o para atacar al culpable, terminará en un solo resultado, MUERTE.
Esta pérdida, sólo era una más de las muchas por las que había tenido que pasar, amigos que partieron a las filas de la guerrilla, otros al ejército (de muchos nunca supe que pasó) y otros, muertos a manos de alguno de los dos.

Hoy gracias a las oportunidades de la vida, o mejor gracias a las oportunidades que yo mismo busqué y al final creo que fue Dios quien me las presentó, me encuentro en una de las grandes ciudades del país, con un empleo y un sueldo digno, pero sigo recordando aquellos momentos de terror que tuve que pasar, y pienso en las personas que aún siguen allá y que tal vez siguen expuestas a vivir lo que yo, a esos niños del campo, muchos de ellos con grandes sueños y talentos pero pocas oportunidades, una de ellas empuñar las armas y en la mayoría de las ocasiones obligado.

Esta es solo una de las muchas historias que podría contar, tal vez hay historias peores que la mía, pero está fue la que marcó mi vida y por eso tengo que contarla.

Sólo sueño con que algún día la guerra absurda que se vive en Colombia termine y podamos vivir en paz, para que así se puedan contar historias, pero con un diferente guión.

Anónimo..