martes, 4 de febrero de 2020

Todo por una sonrisa



Y te vi...
Justo cuando un rayo de luz, que como daga afilada se abría paso entre la oscuridad, esa que no dejaba ver tu rostro resplandeciente y tu sonrisa única. Sonrisa que me sorprendió y más cuando chocó con la mía y desde entonces empezaron a cruzarse con la misma libertad e intensidad con la que el viento se cruza por la montaña. Pero no era química lo que había entre nosotros, tampoco era solo atracción de momento, pues, aunque te veías hermosa, mis ojos se fijaron un poco más allá, o tal vez te miré con los ojos del alma. Creo que te pasó lo mismo, lo sé, porque tus ojos no dejaban de buscar lo míos, mientras los míos brillaban y no era precisamente por la iluminación del lugar en donde nos encontrábamos, fue tu energía que activó la mía e hizo que sintiera más ganas de vivir, como jamás había sentido. Pero no solo quería vivir. Quería vivir contemplando tu sonrisa por el resto de mis días, mientras bailamos la canción que nos gusta a los dos, y que ya la hicimos tuya y mía. Quería escribir todos los poemas que una vez imaginé y dedicarte uno cada día. Yo sabía que para eso tal vez iba tardar un siglo. Porque desde aquella vez, mi cuaderno de notas a tenido que trabajar horas extras y el lápiz que se había mantenido intacto por mucho tiempo, ya está llegando al final de su vida. Pero ambos me han confesado estar orgullosos de su trabajo. Mi cuaderno, porque jamás había llevado en sus hojas tanta poesía, y el lápiz, porque cumplió con su objetivo para el que fue hecho, crear algo maravilloso. Pero aparte de las maravillas que llevaban o que habían escrito, sabían que existía un ser aún más maravilloso y que era la inspiración de mis poemas. Que después de haber sido mis compañeros ausentes durante mucho tiempo. Ahora eran mis confidentes, los que guardaban mis secretos. Secretos que a veces me gustaría gritar a los 4 vientos. Pero que no lo hago por temor a que alguno de estos vientos se los lleve y que jamás lleguen a su destino. Es por eso que prefiero plasmar lo que siento y si algún día tuviese la oportunidad, plasmaría en tu piel cada poema creado para ti, pero lo haría en mi propio lenguaje, lenguaje que también te enseñaría. Así solo tu y yo los podríamos leer y sería nuestro secreto.
Pero claro, solo te vi una vez y ya imaginé todo esto. Temo que cuando te vuelva a ver, Neruda desde el más allá empiece a dudar de sus escritos, porque tengo la impresión de que ser poeta será mi profesión, si tan solo pudiera verte de nuevo y bailar una vez más contigo, todo sería perfecto y no necesariamente tendría que haber música, pues bailaríamos al ritmo de nuestros corazones. Estoy seguro de que el mío tocaría una sinfonía en el momento que te vea y te daría un concierto de besos... ¿O de versos? Creo que debería dejar hasta aquí, porque quizá nunca me leas y sea otro fragmento más, olvidado en mi libro de recuerdos inolvidables. Haré puntos suspensivos...

Pd. No seguiré escribiendo, a menos que sea contigo.

By: Yackley
For: D.A

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Opina en los comentarios